Las Cuevas y sus Egregios inquilinos 2: San Ignacio

Muchas son las cuevas y muchos los individuos que han asociado los terminos del título de este apartado.

Hoy mencionaré dos, en orden cronológico y no por su importancia o trascendencia.

Daruma o Bodhidhrarma e Iñigo, luego conocido como Ignacio de Loyola

Don Inigo, fue militar, herido, terminó con una pierna mal y tuvo muchas operaciones a carne viva y plenamente conciente, sin elemento alguno que atenuara el dolor, pero finalmente quedó mal y caminaba con defecto. Leyó, en la convalescencia, sobre Santos y cambio de rumbo, hacia una vida de búsqueda. Regresado y rechazado de la tierra santa, terminó en La Cueva, abajo de la iglesia de Manresa, sucio y desarreglado, acudía a la iglesia, intercambiaba opinones y escribía.

Al igual que el Buda, Gautama, (que "comía un grano de arroz al dia"), en ambos casos un descubrimiento los alejó de la vida de abandono que tenían.

En el caso de Inigo, luego Ignacio, aquellas notas le darían la base para el "Libro de los Ejercicio Espirituales" y eso, más su experiencia en la cueva, lo llevó ante el Papa quien finalmente le autorizó la constitución de la Compañía de Jesús.

San Ignacio y su Cueva.

¿Cuántas cuevas más hay?

Una más. en la que se descubrieron los escritos escenios que tanto asombro han causado. Lo asombroso es que se hayan convervado tan bien en el desierto.

Lss cuevas con restos humanos antiquísimos y aquellas con vestigios de estancia humana ...

Algún día escribiré un poema a esas cuevas.