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glgEMYRIIv2308 Cita con los Grandes, Personajes y coincidencias

Las Cuevas y sus Egregios inquilinos 1: Daruma

Las Cuevas y sus Egregios inquilinos 1: Daruma

Muchas son las cuevas y muchos los individuos que han asociado a los terminos del título de este apartado.

Hoy mencionaré dos, en orden cronológico y no por su importancia o trascendencia.

Daruma o Bodhidhrarma e Iñigo, luego conocido como Ignacio de Loyoa

Daruma, creador del Budismo Zen, se dice que se aposentó en una cueva y ahí quedó sentado viendo a la pared de la misma sin moverse por muchísmo tiempo (meditar viendo la pared de la cueva es la forma de Daruma, cualquiera que haya sido el significado de aquello, dice Zuzuki, uno de los claro y bellos difusores del Budismo fuera del Japón). Pero se dice que por lo mismo, se anquilosaron sus brazos y piernas (mentira porque dice la tradición que regresó para enseñar, entre otros asuntos, lo que sería la forma de combate de los monjes, conocida como comate Zen y si no estoy equivocado, con el nombre de KungFu). De esa tradición, se desprende la existencia de esos muñequitos que tiene una base redondeada y una cabeza casi cónica y que al pegarles regresan a su posición original, (véase el libro "Combate Zen", de Gluck -Jay, difícil de conseguir  hoy) el mensaje es cae y levántate.

Hay otro hecho legendario en la vida de Daruma o TaMo, como se le conoce en China. Cuando conocí de la anécdota no se indicaba el nombre del monje, en algún otro lugar leí que se trataba de este ser legendario y explican, sustentando su narración, porqué se le conoce con las imágenes que se tienen de  él. Dicen que al enojarse, por dormitar, mientras meditaba, se arrancó (cuando supe de esto por primera vez decía que las pestañas, y me pareció muy raro; quizá una mala taducción y una peor interpretación, tal vez ...) pero decía que se arrancó los párpados, los arrojó fuera de la cueva y de ahí nació la planta del Té que los monjes usan (según lo leído) para evitar la somnolencia durante la meditación. Explica la última versión que leí, que, es debido a esto, por lo que los monitos Darumas tiene dos círculos por ojos (se acostumbra pintar uno y otro no y se le asocia con el cumplimiento de deseos, previamente solicitados) pero todas las representaciones gráficas de Daruma le presentan unos ojos raros, casi fieros, con ceños fruncidos y ojos muy fijos o concentrados hacia arriba y en veces hacia el centro: es el Daruma sin párpados, siempre despierto, siempre alerta, con una visión clara, de un conocimiento claro de sí.

Nadie deje de leer el Camino del Zen, de Watts. Yo comencé con Gutierre Tibón y en su momento, pronto, leí a Watts, Zuzuki me llegó hace muy poco tiempo.

Una nota interesante. El budismo es tan dificil como la lectura del Nietzsche. Lo enfrentan a uno con uno mismo. No hay salida, no hay salvación fuera de nosotros. Salvo mis conflictos con el Budismo y mi descanso es la visión del fondo de la cueva de Daruma. Dos de mis mas apreciados descubrimientos en la vida, llegaron casi juntos a los dieciseis años: el Budismo y Nietzsche, de la mano con el Siddhartha de Herman Hess (leí todo lo que había de Nietzsche y de Hess, en esos días). Antes llegó Confucio (a los trece), y luego, a los veintiseis, dos personajes más, a la par: San Ignacio y Lao Tse, el Libro de los Ejercicios y el Tao Te King. En el inter. el I-Ching y  los filósofos griegos.

Daruma y su Cueva.

Por hoy mi grande admiración a esas dos cuevas y esos dos hombres.

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